miércoles, 28 de febrero de 2007

miércoles, 14 de febrero de 2007

El Balcón de Pilatos
Jesús Atado a la Columna
El Pecado y la Redención
Virgen de la Soledad
Éstas son algunas de las imágenes que procesionaban en el Santo Entierro

La incorporación a las procesiones programadas en la Semana Santa zaragozana, de imágenes de gran valor, que recibían culto en diversas iglesias, la realización de importantes pasos encargados a prestigiosos escultores, por la Hermandad de la Sangre de Cristo en el siglo XIX, para sustituir a los destruídos en la Guerra de la Independencia o los encargados tras los perdidos en el incendio del almacén donde se alojaban la mayoría de los Pasos; más los nuevos pasos que a sus expensas mandaron construir a afamados imagineros aragoneses y de otras escuelas españolas, las Cofradías y Hermandades; la perfección de los toques de las Secciones de Instrumentos; bombos, tambores, timbales, cornetas, carracas, matracas; las saetas, las jotas; la numerosa y creciente afluencia de cofrades y penitentes; la presencia masiva de los fieles, el fervor y la religiosidad que surgen de estos actos religiosos, hacen romper una lanza a favor de esta Semana Santa, que tiene tantos alicientes y atractivos, que harán que los ciudadanos y visitantes que se acerquen hasta aquí, se sentirán gratamente sorprendidos por esta Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional.

lunes, 12 de febrero de 2007




En el siglo XIV, ya se recorría las calles de Zaragoza, por disposición Real en el Viernes Santo, una corta procesión a la cual se incorporaba el Santo Entierro, que hacía su salida desde el Convento de San Francisco. También se conoce que en 1565 la Sangre de Cristo organizaba un cortejo procesional del Entierro del Señor, de la que no se conocen datos concretos sobre su conocimiento.




Fue en el año 1645 cuando la Hermandad de la Sangre de Cristo redactó un acta notarial, concretando y especificando el derecho de asistir y participar en la procesión del Santo Entierro que salía del Convento de San Francisco.




Según un inventario de la Hermandad de la Sangre de Cristo realizado en el año 1648 la Hermandad contaba con las Imágenes de la Virgen, San Juan, Santa María Magdalena, Ecce-Homo, una cama dorada del Señor, las insignias de San Pedro y Nuestro Señor en la Columna, más estandartes y banderas donados a la Hermandad.




Existen referencias concretas de desfiles procesionales del Santo Entierro desde 1666 hasta la actualidad que describen como se ha ido transformando el indescriptible y hermoso Vía Crucis esculturado, que sorprende gratamente al visitante y enorgullece al zaragozano.




No se puede omitir la labor desempeñada en pro de la Semana Santa zaragozana por la Venerable Orden Tercera de San Francisco que durante un largo periodo de tiempo organizó el acto del Descendimiento y las procesiones del Encuentro, Santo Entierro y Resurrección del Señor y que tras algunos problemas tuvo que reducir considerablemente su función, tomando mayor protagonismo la Hermandad de la Sangre de Cristo, realizando la procesión del Santo Entierro.


La Semana Santa zaragozana año tras año alcanza una mayor proyección, brillantez y un nivel de participación más elevado. Un total de 53 procesiones organizadas por 23 cofradías, en las que participan casi 15000 cofrades, recorren las calles y plazas de esta bimilenaria urbe, desde que tiene lugar el tradicional Pregón de la Semana Santa hasta el Domingo de Resurrección.


Nuestra Semana Santa presenta una extraordinaria peculiaridad como es que en su Vía Crucis esculturado, del Santo Entierro de cada Viernes Santo, los espectadores pueden asistir a la representación artística en sus pasos, de todos los momentos más importantes acaecidos durante la Pasión y Muerte de Jesucristo.










lunes, 5 de febrero de 2007


HISTORIA DE LA SEMANA SANTA DE ZARAGOZA


A lo largo de la historia de la Semana Santa de Zaragoza, ha estado siempre vinculada a dos instituciones religiosas; la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, y la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosisima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia.